martes, 11 de enero de 2011

La mina de sal de Nemocón

NEMOCÓN, que en lengua Chibcha, significa “Lamento de guerrero”, y donde la sal reposa cristalizada bajo tierra desde hace aproximadamente 200 millones de años, el período cretácico,  cuando este altiplano era mar.

Nemocón hoy, es uno de lo los bellos rincones de Colombia, donde está localizada LA MINA, ese lugar mágico que se encuentra bajo tierra. En el  año de 1968 presento una inundación en el nivel de Santa Isabel lo cual  obligó a su cierre;  pero  después de  ser acondicionada y abierta al público el 8 de enero del 2005, se convierte en una aventura de 60 metros bajo tierra con un recorrido de 2.500 metros.






A LA MINA Se ingresa por unas grandes puertas alemanas de 3 metros de altura, las cuales son originales de 1817, soportadas por gruesos maderos de eucalipto  que al tener contacto con la sal y el agua se inmuniza haciendo la estructura más fuerte.
Al decender   hasta una profundidad de 60 metros para llegar a la cámara de recibo, e ingresar al nivel de explotación conocido como Santa Bárbara, es  sorprendente  ver  la belleza de los espejos de agua, formados por los pozos utilizados para la saturación de la salmuera, Que generan  una ilusión óptica de lupa donde el espectador observa el fondo a pocos centímetros, cuando realmente éste se encuentra a más de 3 metros de profundidad.


 El recorrido sigue dentro del interior de la montaña a través de sus pilares y socavones de aproximadamente 8 metros de altura, sistema adoptado para la explotación de LA MINA.Como dato curioso quien planteó el sistema de excavación subterránea fue Alexander Von Humbolt en su visita a Colombia en 1.801.
La capilla de la patrona de los mineros, construida en 1946 en honor de la Virgen del Carmen; la gran esfera que representa el mundo, el color azul es el cielo y el blanco la pureza, paz y esperanza de la virgen.



















La majestuosa cascada de sal natural, formada por filtraciones de agua dulce que recorren las paredes.

En la Cámara del Pálpito o de Los Enamorados, se aprecia  el cristal  de sal más  grande del mudo  de 1.600 kilos  tallado  en forma  de corazón en 1960

El diseño de figuras que asemejan raíces enmarañadas en un mundo mágico; son las formaciones de estalactitas de sal, con medidas de más de un metro, que nos relatan la longevidad de sus vidas, más de 100 años en que las filtraciones de gotas de sal, acariciadas por las corrientes de aire interior que las van retorciendo semejando a los brazos de los árboles que en la superficie se mecen a merced del viento.
El Pozo San Juan, que por su densidad, cristalinidad y salinidad es conocido como la réplica del mar muerto.

El tanque Santa Bárbara, es el espejo natural de salmuera subterraneo más grande del mundo con 15 mts de largo por 6 mts de ancho y 5 mts de profundidad.



1 comentario:

  1. MINA DE SAL DE NEMOCÓN

    Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

    En las entrañas de la zona andina
    bajo un manto de singular belleza
    están los socavones de la mina
    donde el Señor esconde su grandeza.

    Son filones, de sal que da la vida
    a los seres humanos de la esfera,
    para que vayan con fuerza atrevida
    a sazonar las almas sin espera.

    Sobre el globo que el mundo representa
    está la Virgen cuidando al minero
    que entre las rocas el peligro enfrenta
    con alma de patriota y de guerrero.

    En espejos de agua salinizada
    se ven figuras de óptica ilusión
    que muestran a gente civilizada
    los abismos en mente y en razón.

    En la fuente salina de deseos
    están los dioses de la raza muisca
    que oyen las peticiones sin rodeos
    por monedas lazadas sin ventisca.

    Como agujas se ven estalactitas
    que se hallan suspendidas de la altura
    tratando de unirse a estalagmitas
    para engendrar jardines con finura.

    Por filtraciones de agua cristalina
    que traspasa los techos y paredes
    se forma la cascada alabastrina
    que atrapa la mirada entre sus redes.

    Refulgente con roja tenue lumbre
    se mira el corazón de un escultor
    que subió por el arte hasta la cumbre
    dejando tras sus huellas resplandor.

    ¡Oh salina, de preciosos colores!
    que simbolizan la paz y la nobleza
    de un pueblo perfumado por las flores
    entre sueños de triunfo y de grandeza.






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